lunes, 17 de octubre de 2016

Déjame entrar.

Las personas que no te permiten explorarlas, por miedo o cualquier otra razón, pero quieren estar contigo toman riesgos que pueden valer esa relación.

Porque el cerebro humano es curioso, sioempre quiere saber más de todo, más cuado algo te apasiona o te gusta, te intriga y emociona; el cerebro vive para conocer y descubrir, es un alimento hermoso que le permitan seguir urgando, tal vez hay cuartos en la mente de otros que no se deban visitar, pero cuando uno pregunta si puede pasar y en todas las puertas le niegan la entrada, uno se va, a otro cerebro en el que pueda seguir emocionándose de encontrar cosas nuevas, no necesariamente bonitas, pero nuevas.